RADIO SABROSÍSIMA FM

sábado, 21 de junio de 2014

¿HAMBRE VORAZ? CINCO CAUSAS QUE TE PUEDEN ESTAR AFECTANDO

¿Tu dieta te deja con una sensación de vacío y no sabes por qué? Aquí te contamos cinco posibles causas que te pueden ayudar a encontrar soluciones.
Estás a dieta pero el hambre no para, ya aumentaste el consumo de fibras, elevaste las proteínas, tomas mucha agua y usas alguna que otra clásica estrategia para combatir el hambre, pero ¿qué hacer si todo esto falla?
El nutricionista y entrenador personal de Nutratech, Ítalo Grottini, señala que hay que tener cuidado: tu estilo de vida y hábitos pueden determinar si alguna de estas cinco razones pueden estar afectándote. Además, se deben tener precauciones especiales en invierno, cuando el clima frío y el sedentarismo, se apoderan de la gente y las hace caer en tentaciones ultra calóricas, que producen un alza de peso irreversible.

Pocas horas de sueño
La privación de sueño puede mermar tu rendimiento en los entrenamientos y que tu recuperación sea bastante mala. Además, un estudio de ‘Journal of Sleep Research’ determinó que una sola noche de privación de sueño aumenta los niveles de hambre, concluyendo que cuanto menos duermes, más te arriesgas a tener un apetito incontrolable.

¡Tantas cosas ricas!
La exposición a alimentos deliciosos aumenta la ansiedad, por ello la comida que ves en fotos, televisión, internet, o en el escritorio de tu compañero de trabajo pueden crear una sensación de hambre en ti. Por lo que si entras a una habitación llena de deliciosa comida, no te sorprendas si tu estómago actúa como si no comiera en años. Pon todas tus fuerzas en controlar estas tentaciones. Sin embargo, si todos esos estímulos te están haciendo pasar un mal rato, probablemente es una buena idea probar un poco y calmar la ansiedad.

Mucho cardio de baja intensidad
La sensación de hambre puede ser mucho mejor controlada por sesiones de cardio moderado, que con una nota de ¡no lo comas! pegado en el refrigerador. Pero cuidado, porque la reacción dependerá de qué clase de entrenamiento lleves y de tu organismo. Investigaciones han concluido que los entrenamientos de alta intensidad, no estimulan de gran manera el apetito, por lo que si te sientes muy hambriento y tienes una rutina de cardio moderada, es hora de aumentar la intensidad de tu entrenamiento. Adicionalmente, es sabido que la natación por ejemplo, tiene tendencia a estimularlo hasta horas después del ejercicio. Por lo que si vas a nadar y luego a la cafetería a comer de todo, considera un entrenamiento cruzado como rutina.

La hora del día
Todos hemos sido condicionados para tener hambre en las horas “típicas” de comida, al despertar, al mediodía y en la tarde noche, por lo que si estás llevando un plan de alimentación de alta frecuencia, por ejemplo cada tres horas, no te sorprendas de esa sensación de hambre aun cuando ya te hayas alimentado. Si presenciarás a otras personas mientras comen, o si echas demasiado de menos esas grandes tres comidas, conviene ser un poco más flexible y mover ciertos horarios de alimentación. Sin embargo, tu cuerpo se acostumbrará a la nueva rutina alimentaria, no tengas duda de eso, pero hasta que lo logres debes enfocarte para no sucumbir ante todos esos antojos.

Beber tu comida

Cuando se trata de suprimir el hambre, la forma como ingieres las proteínas es muy importante. Si usas más tu juguera que el cuchillo y tenedor, ten ojo porque estudios recientes de la Nutrim School of Nutrition establecen que el consumo de proteínas sólidas, hace más eficiente la supresión del apetito que las líquidas, aun cuando sean similares.

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