RADIO SABROSÍSIMA FM

viernes, 11 de julio de 2014

SEPA CÓMO DIFERENCIAR UNA ÚLCERA DE UNA GASTRITIS

Llevar una vida ordenada, evitar excesos y respetar el horario de alimentación, puede prevenir estos padecimientos.
Quién no ha sentido un fuerte dolor de estómago alguna vez.  Sin embargo, ¿sabe usted como diferenciar una gastritis de una ulcera? Para ello, debemos tener en cuenta que siempre habrá maneras de cómo combatirla, pero sobre todo evitarla.
La dispepsia, también conocida como gastritis, es uno de los problemas relacionados con el tracto digestivo más comunes que existen. Este padecimiento, puede manifestarse con acidez, llenura, vinagretas, saciedad precoz, distención, malestar después de la ingesta de alimentos o ardor en la 'la boca del estómago'. Estos síntomas son generalmente crónicos y recurrentes.
En el caso de la úlcera gástrica o duodenal, puede manifestarse con síntomas mínimos de ardor abdominal, y en algunos casos severos, vómitos con sangre o con la presencia de 'heces negras'. No necesariamente con mayor ardor o dolor que la 'gastritis' (dispepsia) y generalmente son cuadros agudos, debido a la ingesta de antiinflamatorios o a la presencia del helicobacter pylori (bacteria que infecta el epitelio gástrico humano).
Al respecto, Arturo Zegarra Chang, gastroenterólogo de la Clínica Javier Prado, señala que si bien la gastritis se puede tratar con remedios caseros o no, lo más recomendable es cambiar los malos hábitos de alimentación, y en algunas veces se puede asociar algún antiácido para mejorar los síntomas. Sin embargo, la úlcera requiere un tratamiento con inhibidores de bomba (omeprazol), para así eliminar al factor agresor. Todo dependerá de la gravedad del caso, ya que también existen tratamientos endoscópicos.
En este sentido, hay que tener en cuenta que los alimentos que consumimos no producen úlcera o gastritis, sin embargo, si ingerimos grasas y lácteos, pueden producir molestia abdominal, flatulencia. Por ello, debemos de evitar alimentos con alto contenido de grasas o azúcares, indicó el especialista.

Sin embargo, como siempre es mejor prevenir que curar. Por esta razón, nada mejor que llevar una vida ordenada, evitar los excesos (alcohol, tabaco, grasas, etc.) respetando nuestros horarios de alimentación, controlando el estrés, y cuidándonos de automedicarnos con antiinflamatorios (pastillas para el dolor).

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